viernes, 19 de diciembre de 2008

Loable decisión.


Danzante se mueve entre las caspias,
de sus roperíos mal hechos.

Con cierto aire de egocentria mira la ventana.
Las horas se pasan y el viento no saluda,
mas ignorante de esto sigue en su deseosa espera.

El amor concibió en sus ojos una lluvia helada.
Con su mirada opacada ante los impetuosos rayos de el sol,
se menea desvalido día a día por la ciudadela.

No porque haya tenido tiempos mejores, este es malo.

Los vendedores solo miran con cierto aire de ironía,
lo que se aproxima con su silueta de vez en cuando.

Murmuros se oyen en su ventana, ansiosos por una puesta de sol.
Mientras el hambre desgarrador hace ruido en sus entrañas,
este se fatiga al doblegarse lentamente ante dicha situación.

Igual cada momento se lo ve bien recibido como una perdida,
pues ganar dejo de ser una meta hace ya mucho.

Sus sueños... no siempre se concretaron en realidad.

Los afanes desaparecieron con un suspiro.
Más en el instante en que se dio cuenta,
se percato también que no era tarde.

"Las deidades ciertamente sonríen a los hombres".

Y sigiloso... y temeroso, decidió comenzar de nuevo.
Hay hombres que solo se redimen cuando vuelven a nacer.

Y hay otros que solo lo hacen, una vez muriendo.

1 comentario:

  1. Me han gustado mucho los tres poemas.
    Ciertamente este es un buen medio para dar a conocer tu trabajo, en un primer nivel.
    Será estupendo ir leyéndote aquí y para no perderte te pondré un enlace en mis blogs.
    Te felicito y te dejo un afectuoso saludo.

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